- Para las personas mayores que buscan un estilo de vida de bajo mantenimiento y menor coste, un apartamento puede ser la opción ideal.
- Los apartamentos para mayores ofrecen servicios como limpieza, comedor y actividades que hacen la vida más fácil y agradable.
- En lugar de un apartamento con varias plantas y muchas escaleras, los mayores estarán más cómodos en los alojamientos a ras de suelo.
La transición a una comunidad de vida asistida, de atención a la memoria o de vida independiente para personas mayores es como cualquier otra mudanza a un nuevo hogar. Es un acontecimiento importante en la vida, que puede resultar abrumador. Crear un plan le ayudará a organizarse y a asegurarse de que no se le escapa ningún detalle importante. Resumimos a continuación los aspectos fundamentales que debe tener en cuenta cuando busque la comunidad adecuada para su ser querido.
Entender los tipos de comunidades
Las comunidades de jubilados son “pequeñas ciudades” que proporcionan una vivienda continua, haciendo que el residente pase, según sus necesidades, de una vida atendida/independiente a una vida asistida a una residencia para cuidados médicos subagudos o de rehabilitación. Suele ser una relación de cuidados a largo plazo. La mayoría tiene una cuota de entrada única, además de las cuotas mensuales, pero algunas son de alquiler.1
Su situación determina su elección
En las comunidades de vida asistida, los residentes viven en pequeños apartamentos y se desplazan libremente, pero necesitan asistencia para el cuidado personal, las comidas y, a menudo, la medicación. La vida asistida no proporciona la atención médica diaria especializada de una residencia de ancianos. La comunidad puede coordinar la asistencia médica con proveedores externos, pero la atención médica general es responsabilidad de la familia.
También existen modelos comunitarios únicos, que combinan la atención residencial y una comunidad social en un entorno más parecido al de un hogar y más personalizado.
Encuentre la opción adecuada
¿Estará su progenitor cómodo allí durante mucho tiempo? El tamaño del apartamento, el plano de la planta, la ubicación, las opciones gastronómicas y dietéticas, la decoración y los servicios son todos factores, pero hay otros.
Según el National Center for Assisted Living (NCAL), los residentes de las residencias asistidas son más mayores que nunca: más de la mitad de los residentes tienen más de 85 años y el 70% son mujeres. Esto puede o no ser una buena opción para una persona más joven o un hombre. Pregunte por la lista de actividades: compruebe si hay actividades estimulantes que fomenten el propósito, el significado y las conexiones con nuevos amigos, así como programas que proporcionen apoyo social.2
Presupuesto para el futuro
La mayoría de las comunidades de vida asistida pueden “integrar” a los residentes con deterioro cognitivo leve o Alzheimer en fase inicial con algún apoyo asistencial adicional. Cuando la afección progresa, esa persona puede ser trasladada mediante un traslado interno a un área especializada en cuidados de la memoria, lo que minimiza las interrupciones en un momento difícil, pero es un nivel de cuidados más alto y costoso.
Si su progenitor padece Parkinson u otra enfermedad crónica y degenerativa, investigue cuántos cuidados pueden proporcionarse en el entorno, cuánto costará esa atención adicional y si hay otros residentes con afecciones similares.
Aproveche al máximo sus visitas
Elija varios “candidatos”, ya sea a partir de su propia búsqueda o de referencias de amigos, realice al menos una visita de selección, preferiblemente dos, de día y de noche. Reúnase con un miembro del personal (cuanto más alto sea el nivel, mejor) y realice al menos una visita que incluya una o dos comidas. Haga preguntas, anote las respuestas y tome fotos si le resulta útil. Una visita nocturna “rápida” puede darle una idea del personal nocturno (pregunte por él) y de su atención a los residentes.3
Comprueba el aspecto de los residentes y las interacciones con el personal
Debemos estar siempre atentos en busca de malos olores, que indican la calidad de la limpieza y la atención a los residentes. Toque las superficies para ver si están limpias. Y utilice su intuición. Si ha nevado hace dos días y el terreno, los caminos y las entradas no están limpios, no es una buena señal. Otra recomendación: durante la visita, use un baño público y haga la misma comprobación.
Hable con los residentes, especialmente con el jefe del consejo de residentes, y haga algunas preguntas en privado sobre cuestiones como la atención, el personal, las actividades y los incidentes, como los robos en las instalaciones.
Comparar las opciones
Los acuerdos deben detallar lo que se incluye, lo que no se incluye y la proporción de personal por residente. Averigüe cómo cuidan a los residentes cuando envejecen o se enferman. Determine si existen penalizaciones o costes por abandonar la comunidad antes de tiempo, cuáles son esas condiciones, los reembolsos y los plazos.
Averigüe cuándo se producen los aumentos de las tarifas; lo normal es entre un dos y un cinco por ciento en enero o julio. En un mercado competitivo, es posible que pueda negociar un calendario favorable o una reducción de los aumentos de las tarifas, lo que es importante si su padre tiene ingresos fijos.
Conozca lo que se incluye
Hay dos áreas principales de coste que suelen estar en dos acuerdos distintos: el coste del alquiler de la vivienda y el paquete de cuidados o servicios. Conozca lo que se incluye, como la gestión de la medicación, y cuáles son los “gastos ocultos”, como la limpieza y la lavandería adicionales, por ende, debe asegurarse de que el paquete de cuidados que acepta se ajusta a la situación económica actual del inquilino.
Compruebe las credenciales
Esto es importante, ya que una quiebra o una venta puede afectar a los acuerdos y a los pagos anticipados. Recomendamos hacer las siguientes preguntas: si hay un cambio de propiedad del centro pendiente en los próximos 6-12 meses, la duración media de la estancia de los residentes por meses, si hay lista de espera, las tasas de rotación del personal y la duración media del empleo del personal.
Compruebe sus licencias estatales, ya que hay diferentes niveles por estado: qué cuidados cubre; cualquier citación, multa e infracción; además de su rendimiento en su última encuesta estatal de atención domiciliaria.
Organizar los pagos
Un hijo adulto puede firmar acuerdos en nombre de sus padres, pero eso podría significar convertirse en el garante de los pagos si el padre no paga o se queda sin dinero. Bradley J. Frigon, abogado especializado en derecho de la tercera edad y expresidente de la Academia Nacional de Abogados Especializados en Derecho de la Tercera Edad (NAELA, por sus siglas en inglés), recomienda firmar el nombre del adulto mayor como responsable del contrato.
Obtenga una evaluación médica
Esto confirma con la comunidad que tiene asignado el nivel adecuado de atención y evita las revisiones posteriores a la mudanza.
Esto se sumará a los registros y evaluaciones médicas privadas. Además, confirme los procedimientos de la comunidad en caso de emergencia médica, qué hospitales se utilizan para la admisión y la preparación para desastres. También es el momento de hablar de sus directivas avanzadas y de sus prioridades de atención.
Controles continuos
Una vez que su ser querido se haya instalado, nunca se puede “establecer y olvidar”. Usted, sus amigos y sus familiares deben visitarlo con frecuencia. Vea y perciba que su progenitor está comprometido. Consulte trimestralmente al personal superior y a los administradores. Su accesibilidad es un indicador clave de la calidad, al igual que la suya. Revise siempre las facturas y las finanzas de su progenitor de cara al futuro.
Cuestione siempre si hay un aumento repentino de los cuidados requeridos y coteja esta necesidad con el/los médicos/s de su progenitor. Compruebe el funcionamiento de su servicio de cuidados y sus historiales médicos, especialmente en lo que respecta a las prescripciones farmacéuticas.